La función que se le ha asignado a la educación es desarrollar la inteligencia de los alumnos ¿verdad?…
Pero, ¿Qué es la inteligencia?
Gardner define la inteligencia como:
La capacidad para resolver problemas cotidianos.
La capacidad para generar nuevos problemas para resolver.
La capacidad de crear productos u ofrecer servicios valiosos dentro del propio ámbito cultural.
Una metáfora sobre la inteligencia.
Yo me quedo con la metáfora de Edward de Bono que a mi me ha ayudado a comprender porque la inteligencia es algo que se puede enseñar.
Él compara la inteligencia innata con un coche que conduces. Cuenta que cada uno de nosotros nace con un nivel diferente de inteligencia. Algunos nacen con un poderoso Ferrari y otros han nacido con un menos poderoso Mini.
El caso es que el coche con el que naces, no es tan importante como la habilidad con la que aprendes a conducirlo. Un conductor habilidoso a manos de un Mini será más exitoso a la larga que un conductor menos habilidoso al volante de un Ferrari.
Y las diferencias se incrementan entre estos dos conductores cuando las carreras son más complicadas. (Saliendo un poco de la metáfora, sabemos que vivimos en un mundo donde el camino nunca es una línea recta, más bien está lleno de curvas y obstáculos.)
Aunque las personas no pueden cambiar el coche con el que nacen, si pueden mejorar las habilidades de conducir, particularmente con un buen entrenamiento.
El éxito que experimentamos en la vida, es el resultado del coche con el que nacemos, ampliado por las habilidades de conducción.
Por ello cuando nos encontramos una tarea sencilla, podemos arreglarnos con nuestro talento natural. Las tareas sencillas son como una carretera recta y con cualquier coche podemos hacerlo bien.
Sin embargo, los retos más complejos requieren grandes habilidades. En una carretera con curvas y obstáculos, un coche rápido no es suficiente. Se necesita un conductor habilidoso.
Las investigaciones sobre la mentalidad de crecimiento y los hábitos de la mente, nos muestran que los educadores, no podemos cambiar el motor, pero si podemos enseñar a los alumnos a ser conductores más habilidosos, haciendo que se conviertan y se comporten de manera más inteligente.
El mundo real necesita que los conductores sean habilidosos para enfrentarse a la complejidad de la vida actual.
Y por ello en la educación puedes elegir entre dos roles:
Actuar como un guía turístico:
Si decides actuar de esta manera, lo que haces es dirigir a tus alumnos a través del contenido. Cada sesión te preparas para “entretener” a tus alumnos (esto no se consigue siempre) y dirigirlos a las áreas de interés que has elegido (bueno que marca la ley). Y como mucho alguno de tus alumnos puede plantear una pregunta o puedes proponer un discusión.
La cuestión es que nunca permites a los alumnos bajar del autobús. Te aferras a un camino marcado por los estándares y aquellos alumnos que pasan más tiempo en una parada, los tienes que dejar en la cuneta, ya que tienes que cumplir el plan de viaje curricular al completo.
Actuar como un entrenador o coach (El instructor de autoescuela).
Si decides actuar como educador coach, tienes unas funciones que se salen del patrón establecido por la sociedad educativa (tienes que romper tus creencias).
En este caso una primera función es diseñar la experiencia de aprendizaje. Como un buen instructor de autoescuela antes de preparar a los futuros conductores eliges la ruta a seguir y las mejores zonas para entrenar las habilidades.
Esta primera función está relacionada con ser el guionista y director de situaciones de aprendizaje. Preparar la experiencia de aprendizaje que quieres dibujar en los alumnos.
Para ello puedes apoyarte de metodología activas, del uso de una narrativa para generar un propósito hacia el aprendizaje y del resto de niveles de una experiencia de aprendizaje.
La segunda función se basa en observar cómo tus alumnos desempeñan el aprendizaje, acompañando sus dificultades y entregándoles feedback.
En este proceso debes tener en cuenta los contenidos que tienes que mostrar, pero utilizándolos como medio para entrenar los hábitos de la mente y una mentalidad de crecimiento.
El cambio de pedagogía.
Cómo dice César García en su libro “La claqueta competencial” tenemos que pasar de la pedagogía instructiva a la pedagogía constructiva.
En la pedagogía instructiva y transmisora de conocimientos el alumno es un espectador (escucha a su “guía turístico”).
En la pedagogía constructiva y entrenadora de competencias educativas e inteligencias el alumno es actor y autor. (Es protagonista de la experiencia y escribe la historia con su actuación)
El mundo ha cambiado y el propósito de los educadores también.
Siguiendo la propuesta de John Spencer y A. Juliani en “Empower” quiero proponeros un cambio:
Tu rol como educador no es preparar a los alumnos para algo.
Tu rol como educador es ayudar a los alumnos a prepararse para cualquier cosa.
Por ello te propongo una invitación a un cambio de rol, la inteligencia como expresa Howard Gardner, tiene que ver con aprovechar, cada uno de nosotros, sus mejores recursos para aportar un valor a la sociedad.
Este motivo me hace pensar sobre la importancia de entrenar las habilidades de conducción (hábitos de la mente, mentalidad de crecimiento, gestión emocional…), porque cada uno de nuestros alumnos ha nacido con un coche de serie y lo que tenemos que hacer es entrenar las habilidades de conducción para que puedan alcanzar el destino que se propongan.
Ha llegado el momento en el que como Neo en Matrix, te encuentras delante de Morfeo y te da a elegir la pastilla.
Elige Azul y sigue actuando como se ha venido haciendo en educación y creerás lo que quieras creerte.
Por otro lado elige la pastilla roja y únete a los educadores revolucionarios (diseñando experiencias de aprendizaje, preparando a tus alumnos para el siglo XXI y empoderandolos a descubrir sus talentos y pasiones) este no es el camino fácil, pero para mí es el camino que conecta con la verdadera vocación. Y desde escuela de experiencias seguiremos compartiendo todo lo que aprendamos en este camino.
Hola Juan Fernàndez
interesante el contenido de este mensaje, he transmitido tus anotaciones a mis alumnos tanto de nivel básico y universitarios. y me he apoyado en estos temas..y con lo que he aprendido me ha ayudado, bueno todos estamos en un proceso de construcción de aprendizaje..
Saludos
Hola Mireya, me alegro que te sea de ayuda es artículo. Como dices estamos en proceso de aprendizaje, esta forma de actuar en la educación, quizá no tenga tanto recorrido, no esté muy presente todavía en las carreras universitarias que forman a los futuros docentes, pero poco a poco se va demostrando su eficacia, la neurociencia está dando mucha luz en este sentido y los que estamos poniendo foco en estos aspecto podemos ver que nuestros alumnos notan la diferencia.
Muchas gracias por tu comentario. Un saludo
Tus experiencias son realmente interesante, ya que muchas veces no hacemos cambios significativos por falta de una orientación.
Mil gracias
Hola Carmen, muchas gracias por tu comentario, me alegra leer que los artículos son de tu interés, espero que sirvan de inspiración e inviten al cambio. Un saludo