Nuestros alumnos de primaria acuden a la escuela 5 horas al día, 175 días al año, durante los 6 años que dura esta etapa. Esto sin contar el tiempo que dedican en la Educación secundaria.
Podríamos decir que en la educación primaria nuestros alumnos pasan 315.000 minutos. Y la cuestión es ¿Qué es lo que hacen durante todo este tiempo?
¿Los alumnos están preparados para el mundo actual?
En muchos casos la respuesta es negativa, por ello hoy quiero hablar del nuevo mundo educativo. Un nuevo mundo donde los maestros revolucionarios toman las riendas de la educación.
El sistema educativo tenía un propósito en su inicio, que ahora no corresponde con las necesidades actuales.
El comienzo de la educación moderna.
La educación moderna surge con la revolución industrial. El crecimiento de las fábricas, produjo un incremento de la necesidad de mano de obra.
Los nuevos obreros no poseían los conocimientos para operar en las máquinas, ni sabían leer para conocer el funcionamiento.
Por ello surge la necesidad de facilitar la formación de los trabajadores. La función de la escuela es facilitar esos conocimientos y fomentar actitudes como la obediencia, el respeto a la autoridad, conformidad…
Los alumnos siguen reglas y esperan que se les diga qué tienen que hacer.
Todo esto funcionaba ya que la fórmula: ve al centro educativo, sigue sus reglas, consigue una carrera y tendrás un trabajo para toda la vida, tenía sentido.
Pero esta fórmula ya no funciona.
Ahora como dice Thomas Friedman:
El mundo solo se preocupa (y te paga) por lo que puedes hacer con aquello que sabes (y no se preocupa de cómo lo aprendiste).
Esto nos lleva a necesitar un nuevo mundo educativo
El nuevo mundo educativo.
La sociedad actual necesita personas emprendedoras, personas que tomen decisiones, necesita diseñadores, creadores y soñadores. Así que porqué nuestros alumnos tienen que seguir dedicando el tiempo en la escuela solamente a seguir las reglas y esperar que otros les digan lo que tienen que hacer, porqué no les damos la posibilidad que ellos tomen decisiones y decidan cuándo y qué aprender.
Ciertamente el sistema educativo ha cumplido la función en un determinado momento y hay cosas que se pueden mantener pero otras deberían dar paso a otros propósitos.
Por ello te comparto mis propuestas para evolucionar del viejo mundo educativo al nuevo mundo educativo.
Viejo Mundo educativo |
Nuevo mundo educativo |
Métodos de enseñanza tradicionales (estáticos) |
Metodologías activas (dinámicos) |
El maestro es el protagonista, mando directo |
El alumno es el protagonista, generar implicación por el aprendizaje y empoderar a los alumnos. |
Objetivo principal Control: alumnos obedientes y adultos obedientes |
Objetivo principal Empoderar: alumnos que toman decisiones y asumen riesgos. |
El clima que se respira en el aula es de miedo. |
El clima que se respira en el aula es de confianza. |
Creación de programaciones |
Diseño de experiencias de aprendizaje |
Metodología activas (dinámicas) en lugar de métodos estáticos.
La neurociencia está dando muchas respuestas en este sentido, el alumno necesita experimentar, vivenciar los contenidos y ponerlos en un contexto para que el aprendizaje sea significativo.
El viejo mundo educativo no ponía foco en crear aprendizajes permanentes. El modelo basado en la memorización trae como consecuencia que cada nuevo curso, después del verano, el alumno haya olvidado casi todo lo mostrado en el curso anterior.
El alumno es el protagonista en lugar del maestro.
Los alumnos tienen mucho que aportar y el maestro no es el único poseedor del conocimiento. En la sociedad actual la información está a golpe de clic, por lo tanto, la función del maestro es motivar al alumno, generar curiosidad e instaurar el deseo de aprender.
El objetivo principal es empoderar en lugar de generar obediencia.
Las empresas buscan personas emprendedoras, que toman decisiones y que tienen pasión por lo que hacen. La escuela, para facilitar la entrada al mayor número de alumnos por aula, ha creado un aprendizaje estándar para todos. Pero lo que necesitan nuestros alumnos es que les ayudemos a desarrollar una mentalidad de crecimiento, que aprendan y adquieran hábitos que poseen las personas que tienen éxito (hábitos de la mente) y que conozcan los beneficios de la práctica deliberada. En definitiva, necesitamos convertir a nuestros alumnos en aprendices ágiles, que sean flexibles y se adapten con facilidad a los cambios de la sociedad.
Cuando un alumno descubre cómo ser un aprendiz ágil, estará preparado para emprender y descubrir sus talentos y pasiones.
Un clima de aula de confianza en lugar de un clima de miedo.
Las emociones son un componente esencial en el aprendizaje. En la vieja educación, se hablaba de respeto al maestro, aunque la realidad es que era miedo. En la nueva educación se necesita un clima de confianza en el aula.
La labor de maestro es hacer del aula un lugar donde el alumno quiere estar, un lugar donde constantemente son desafiados a mejorar y en el que se busca que cada alumno sea su mejor versión.
Diseño de experiencias de aprendizaje en lugar de crear programaciones.
Para conseguir empoderar a los alumnos primero tienen que querer aprender, el diseño de experiencias de aprendizaje está centrado, precisamente, en el alumno. Una experiencia de aprendizaje tiene como estrategia aprovechar el potencial del aprendizaje experiencial, generar un contexto (narrativa) alrededor de los contenidos y, por último, para complementar esta experiencia podemos añadir gamificación a nuestra propuesta.
En definitiva vamos a empezar a aprender de los grandes expertos en captar la atención de los jóvenes (diseñadores de juegos, directores de cine, creadores de juguetes…) y adaptar sus propuestas para llevarlas a nuestras aulas.
La nueva educación se hace imprescindible, necesitamos preparar a nuestros alumnos para que sean adultos apasionados, que estén preparados para resolver cuestiones sobre las que no hay una solución aparente.
En una sociedad donde las tecnologías evolucionan de una manera exponencial, los tipos de trabajos cambian y el trabajo es globalizado, nuestros alumnos necesitan desarrollar habilidades que les permitan ser flexibles, creativos, empáticos, críticos, que expresen sus ideas con claridad, etc. Por encima de memorizar contenidos.
No quiero que se malinterprete, no quiero decir que los contenidos y estándares tengan que desaparecer, a lo que me refiero es que tienen que ser el medio para entrenar y desarrollar las habilidades y hábitos que permitan a nuestros alumnos ser aprendices ágiles.
Por ello considero que el nuevo mundo educativo necesita maestros revolucionarios. ¿Eres ya un maestro revolucionario?
Hola… mi nombre es Aydé, antes que nada felicitar y agradecer a Escuela de experiencias por compartir este tipo de análisis que me permiten mejorar mi labor como docente.
I.E. Divino Maestro – Apurímac – Perú.
Me alegro Ayde que este artículo sea de ayuda.