
De reglas anda el juego, o mejor dicho el artículo.
Este artículo es la continuación de una serie de artículos donde estoy hablando sobre cómo preparar a nuestros alumnos para que sean aprendices ágiles.
¿Aún no has leído el primero? ve al artículo anterior aquí: ¿Estás preparando a tus alumnos para el futuro?
En este artículo quiero hablarte de una metáfora para ejemplificar la realidad actual.
Imagínate que vas a jugar a un juego, en este caso un juego sencillo, como el parchís. Lanzas el dado y avanzas el número de casillas indicadas, si te comes una cuentas veinte, y cuando llegas al final con todas tus fichas has ganado.
Pero ahora ponte en la situación de cambiar de juego, por ejemplo al ajedrez, ¿qué pasaría si continúas utilizando las reglas del parchís?
Seguramente no seas capaz de imaginarlo, ¿contar con la torre cuando eliminas al caballo? Esto suena extraño y no se te ocurriría nunca jugar al ajedrez con la reglas del parchís, ¿verdad?
Pero en la sociedad actual está ocurriendo esto mismo con la educación.
Anteriormente las reglas: “saca buenas notas, haz una carrera universitaria y dedícate a un trabajo que te proporcione un nivel de vida aceptable y quizá también prestigio” funcionaba, porque el juego era sencillo como el parchís…
Pero la sociedad actual el juego es más complejo, tipo ajedrez, y en la educación seguimos poniendo el foco en enseñar “las reglas del parchís”
La sociedad actual se caracteriza por tres elementos:
Abundancia: En la sociedad actual, poseemos más información que nunca, a mayor velocidad y en cualquier lugar. No solo poseemos abundancia en información, la abundancia es en todos los aspectos, muchas veces el problema es no usar el prisma adecuado.
Globalización: El mundo está conectado, las distancias se reducen y la comunicación es posible desde cualquier parte del mundo a la que llegue una conexión a internet.
Automatización: El avance de las tecnologías es exponencial, las mejoras en cualquier dispositivo son continuas y muchos de los trabajos que conocemos, poco a poco, están empezando a ser realizados por tecnologías.
Como ya hablé en el primer artículo, en el futuro el mundo será más complejo, más incierto y más cambiante.
Preparar a los alumnos para un mundo de cambio y disrupción significa que:
“Debemos enseñarles qué hacer cuando ellos no saben qué hacer”
James Anderson
El cambio empieza en la mentalidad, sin la convicción de que podemos cambiar, nunca nos atreveremos a realizar el tipo de acciones que nos lleven a la mejora.
Esto se lo tenemos que transmitir a nuestros alumnos no solo con la palabra, sino como su ejemplo.
Si la sociedad actual requiere que el cambio sea constante, debemos estar abiertos al cambio, asumir riesgos y comprender que podemos crecer y mejorar si dedicamos la práctica adecuada, con el esfuerzo adecuado y el tiempo necesario.
Por ejemplo, diciendo que no somos buenos con las tecnologías, lo único que estamos transmitiendo es una mentalidad fija y esto no es el ejemplo que prepara a nuestros alumnos para el futuro.
El cambio hacia la mentalidad de crecimiento, no es suficiente, pero es la base sobre la que aplicar el tipo de comportamientos que llevan a las personas al éxito.
Por ello, en las nuevas reglas el foco no se pone tanto en enseñar los “hechos” si en entrenar los “comportamientos que llevan al éxito”. En lugar de enseñar a los alumnos qué pensar, tenemos que generar experiencias que ayuden a los alumnos a enseñarles cómo pensar.
Esto no trata de eliminar el contenido de las asignaturas, en su lugar, utilizamos el contenido de manera que provoca oportunidades a los alumnos para ser mejores pensadores. La teoría es que si somos capaces de enseñar a los alumnos a ser mejores pensadores, ellos serán capaces de responder a los desafíos y crecer en el siglo XXI.
En el siguiente artículo de esta secuencia puedes conocer las nuevas reglas de la educación para conseguir entrenar a tus alumnos y sean aprendices ágiles. Ir al siguiente artículo>>
Hola, Juan
Me parecen muy interesantes tus comentarios y sugerencias. Personas como tú contribuyen a que la enseñanza no se fosilice sino que se adapte a los cambios del mundo actual. Tus aportaciones son un estímulo para avanzar en la implementación de nuevas técnicas metodológicas que no solo sirven para que los alumnos lo pasen mejor sino también los profesores. Ánimo en tu tarea y muchas gracias.