La educación es uno de los ingredientes más importantes para el empoderamiento personal. Es decir, la formación adquirida en el ámbito académico no tiene, únicamente, una aplicación profesional. Los estudios también ofrecen una formación para la vida puesto que la sabiduría de la mente y el corazón es determinante para tomar elecciones más sabias en relación con la búsqueda de la felicidad. Algo importante para los alumnos.
Pero, además, en el plano profesional, el currículum no solo importa en lo que significa tener unos títulos académicos, existen otras habilidades fundamentales para el trabajo que reflejan el valor de la inteligencia emocional: habilidades sociales, empatía para trabajar en equipo, humildad para aprender de los demás, iniciativa para expresar nuevas ideas, capacidad de adaptación al cambio, resolución de conflictos, gestión del estrés en el trabajo por objetivos…
Es un riesgo que el sistema educativo se centre de forma exclusiva en el ámbito teórico porque la vida es práctica. Por esta razón, los profesores son mentores de conocimiento que pueden despertar en el alumno la actitud de vivir con el corazón y la mente despiertos a la realidad. De este modo, es posible elevar la sabiduría de la mente y de los sentimientos para crecer y evolucionar.
Además, las empresas buscan un perfil cada vez más complejo al no determinar únicamente la formación profesional que debe tener ese candidato, sino que también se especifican otras habilidades necesarias en las ofertas de empleo. Por ejemplo, habilidades tecnológicas y, también, capacidad para el trabajo en equipo.
Los profesores deben observar de forma positiva su papel puesto que están formando a los líderes del futuro. Personas con carisma, sabiduría y capacidad de decisión. Por tanto, conviene apostar por un modelo de enseñanza que va más allá de la nota de un examen.
Seis consejos de innovación en la educación
1. Es fundamental que los docentes sean conscientes de sus propias limitaciones siguiendo la esencia del mensaje socrático. Es decir, es recomendable que sean conscientes de que incluso, siendo expertos en una materia, todavía tienen mucho que aprender. Por esta razón, la actitud adecuada es la de ser un eterno alumno de la vida. Conviene apostar por la formación continua por medio de la asistencia a cursos, congresos, conferencias, participación en grupos de networking…
2. Dinámicas de trabajo en equipo. Es esencial que los alumnos también tengan la oportunidad de entrenar las habilidades sociales y de fomentar la actitud de colaboración en la consecución de un objetivo común al realizar trabajos en grupo elaborados en el contexto del aula. Gracias a este tipo de actividad, los protagonistas aprenden a gestionar el tiempo al trabajar en cooperación, ponen en práctica habilidades de comunicación y aprenden de sus errores.
3. Organizar debates en clase. Esta dinámica es una buena fórmula para fomentar en los alumnos la capacidad de liderazgo al defender una idea con argumentos sólidos frente a los demás. Además, esta experiencia también es muy positiva para fomentar la adquisición de nuevas palabras, hacer un buen uso del lenguaje y de la retórica.
4. Fomentar la lectura y el cine en el aula. Si se quiere fomentar en los alumnos una actitud de iniciativa es fundamental poner en práctica aquellos recursos pedagógicos que, por su propia esencia, conectan con la vida. Por esta razón, es positivo programar sesiones de cine en clase y acompañarlas de un coloquio posterior en el que comentar los valores y los roles de los distintos personajes.
Del mismo modo, conviene hacer uso frecuente de la biblioteca del centro que tiene material de lectura fundamental para elevar el nivel de inteligencia emocional y despertar la curiosidad de los alumnos y el espíritu crítico.
5. Actualmente, el bullying es uno de los grandes problemas sociales y, también, una de las mayores preocupaciones de la vida en clase. Por esta razón, conviene tomar medidas con las que implicar a los propios alumnos en la lucha contra el problema por medio de la educación en valores.
Por ejemplo, es posible programar charlas sobre esta temática. Así como también es fundamental ofrecer formación tecnológica sobre el uso de internet y el teléfono móvil ya que, actualmente, el acoso ha llegado también al plano tecnológico.
6. Evitar los contenidos copiados de internet. Actualmente, una de las mayores frustraciones de un profesor es proponer un trabajo a un alumno y encontrar contenido copiado de alguna página web. Para evitar esto, conviene proponer temas de trabajo que sean ingeniosos y que, por tanto, requieran de un nivel de reflexión e investigación que no se limita a hacer un proceso de cortar y pegar.
Cómo ser un mentor de conocimiento para los alumnos
Es fundamental que cada profesor trabaje en grupo con el claustro de docentes del centro, pero también es vital que forme parte de grupos de conocimiento, por ejemplo, grupos mastermind para estar actualizado en los temas de interés y poder aprender de otras personas. En la actualidad en España hay varios grupos de profesores creados aprovechando la tecnología de Telegram.
En escuela de experiencias he creado un grupo en Facebook: Revolución educativa que nace con la intención de ser un grupo de conocimiento entre educadores del siglo XXI.
Además, también es muy importante utilizar el soporte de conocimiento que ofrece internet como una herramienta de apoyo muy importante para aprender. También existen otras decisiones posibles, por ejemplo, crear un blog temático sobre educación para plasmar en esta bitácora personal todos los conocimientos adquiridos en clase, pero también, para poder inspirar a otros docentes en el objetivo común de formar con optimismo a los líderes del futuro.
Para formar a los líderes del futuro es muy fundamental estar informado de las noticias de actualidad y conocer los datos presentes. Es decir, la educación implica conocer el mundo en su realidad. Es muy recomendable tener un gestor de feeds, donde puedes seguir varios blogs y tener reunidos todos los últimos artículos publicados.
Para conseguir este objetivo es importante dejar de observar la educación como un bien intelectual para comprender que el éxito de un líder reside en haber alcanzado la felicidad de materializar su vocación. Es decir, es muy positivo que los profesores hablen con los alumnos y les ayuden a descubrir cuál es su pasión, qué es aquello que les hace únicos.
Por tanto, para garantizar la innovación, puede ser útil integrar en el aula el soporte tecnológico para trabajar con este material observando las aplicaciones prácticas que tiene la tablet, por ejemplo. Un modelo de educación para la vida de los alumnos que nunca olvide el componente práctico y empático.
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