Eres de los que dice mi…da otra vez lunes… Estás en un momento en los que no encuentras la ilusión, la misma que te caracterizaba en los inicios de tu carrera como educador.
Este fin de semana he estado organizando un escape room para profesores y el tema que ambientaba el juego era vencer al efecto del profesor zombi, que sufre apatía, falta de objetivos y nuevos retos…
Con esto no quiero hacerte que te sientas mal. Quiero proponerte unos consejos para que vuelvas a recuperar tu ilusión y si es posible que la mejores.
Una de las consecuencias de esta apatía puedo ejemplificarla con el ejemplo de la rana hervida.
La fábula de la rana hervida
La historia de la rana hervida es una fábula que cuenta un experimento. Donde se hacen dos pruebas, en la primera introducen una rana en una olla con agua hirviendo y donde esta salta inmediatamente. En la segunda por el contrario se pone la rana en la olla con el agua fría y poco a poco la van calentando hasta que sube a 20 grados, 30 grados, 50 grados… La rana poco a poco se va acostumbrando a la temperatura y el final ya te puedes imaginar…
Esto te puede estar pasando a ti o puede pasarte en un futuro, puede que el claustro en el que te encuentras sea ese fuego que te hace caer en la apatía o puede ser la comodidad de la zona de confort. Sea lo que sea entrar en contacto con el síndrome de la rana hervida no tiene buen final.
Si quieres salir de tu zona de confort te propongo dos elementos que tienes que trabajar y cuidar. Son tus fortalezas y pasiones.
Usar tus fortalezas como educador.
Sergio Fernández en su libro “Misión emprender” define las fortalezas como una barandilla en un precipicio. La zona del precipicio representa salir a la zona de aprendizaje, la zona desconocida que se aleja de nuestra zona de confort. Cuando estamos en un mirador si no tiene barandilla, no somos capaces de acercarnos al borde y asomarnos a ver más allá.
Pero cuando nos apoyamos en esa barandilla puede incluso que te atrevas a inclinarte encima para ver al horizonte.
Pues con este ejemplo significativo me refiero a que tienes que descubrir cual es tu fortaleza o fortalezas que en otras situaciones te han ayudado para conseguir grandes logros y apoyarte en ellas para próximos objetivos y proyectos.
Por ejemplo puede que seas muy bueno comunicando, o dibujando, que tengas sentido del humor o que empatices muy bien con los alumnos busca cuál es tu fortaleza y cómo puedes apoyarte en ella en tu próximo proyecto.
Las pasiones en educación.
La pasión es un elemento imprescindible en toda profesión y en el mundo educativo, una profesión que esta supeditada a la vocación, no puede ser un elemento que escasee.
Y por tanto es un tema tabú el escuchar por parte de un educador que hay alguna parte de su temario que no le apasiona. Pero seguro que tienes dentro de tu asignatura alguna parte que no sabes como “cogerla” y que pasas por ella con más pena que gloria. Eso tus alumnos lo notan.
Por ello hoy quiero contarte el secreto que propone Dave Burgess en su libro “Teach like a pirate”:
Las tres pasiones del educador:
En educación nos es asignado la pasión de serie porque nos han dicho que si no tenemos pasión por lo que hacemos tenemos que buscarnos otro trabajo. Pero nadie explica como se puede encontrar y mantener esa pasión a lo largo de todo el curso.
Dave Burgess para evitar la pérdida de pasión propone dividir la pasión en tres bloques: Pasión por los contenidos, pasión profesional y pasión personal.
Pasión por el contenido:
Este bloque es el más sencillo y se corresponde a aquellas partes de tu asignatura que te encantar enseñar. Es aquello que te divierte y que no necesitas ninguna motivación para transmitirles a tus alumnos un gran entusiasmo.
Pero qué es lo que pasa con aquellas partes del temario que no te gustan para nada, que aunque lo intentas no puedes disimular que para ti son un “castigo”. En estos casos es cuando entran en acción las otras dos pasiones: Pasión profesional y pasión personal.
Pasión profesional:
Este apartado se corresponde con aquello que te apasiona de la profesión de educador que no tiene que ver con tu asignatura ¿Qué es aquello que te apasiona de la profesión de educador? ¿Cuál es la chispa que se enciende dentro de ti?
Nuestra profesión nos permite desarrollar la mejor versión de nuestros alumnos, ayudarles a que consigan confianza para luchar por sus propósitos, que se preparen para un futuro donde la creatividad será necesaria en todos los sectores, donde será indispensable una mentalidad de crecimiento, habilidades emprendedoras, comunicación y colaboración etc.
David Burgues define estas clases como “life changing lessons”, clases transforma vidas donde los contenidos son un medio pero el objetivo es iluminar a los alumnos independientemente de lo que enseñes.
En mi caso desde que descubrir los hábitos de la mente, los tengo definidos como mi propósito, mi pasión profesional y es que para mí la educación debe plantearse como el medio para conseguir que nuestros alumnos sean su mejor versión.
Pero puede existir una clase en la que los contenidos no sean de tu pasión y no puedas utilizarlo para crear una clase transforma vidas. En ese momento entra en juego: La pasión personal
Pasión personal:
Qué es aquello que fuera de tu profesión te apasiona. Para mantener la chispa de la pasión por la enseñanza tienes que encontrar la manera de incorporar tus pasiones personales a tu trabajo.
Aunque cada uno puede tener diferentes pasiones puedes encontrar la forma de incorporarlo en tu clase. Desarrolla clases que muestren tus pasiones y que permitan que tus alumnos no solo experimenten tus pasiones, sino que descubran las suyas.
En mi caso me apasionan las tecnologías, los juegos, las actividades creativas etc. Y busco la manera de utilizarlo en mis formaciones.
Pero seguro que puedes utilizar tu pasión por la cocina, el cine, la lectura, el teatro, los animales, los viajes etc. Llevarlo a tu curso y mostrar a tus alumnos ilusión por lo que haces y a la vez transferirles ejemplos reales de los contenidos.
Y es que la educación es una profesión llena de complicaciones, conflictos y problemas que pueden llevarte a estar quemado. Conocer como poner foco en tus pasiones y fortalezas es el medio para transmitir a tus alumnos.
La educación no se basa en enseñar contenidos, la educación se basa en transformar vidas, en ayudar a que tus alumnos alcancen su máximo potencial y que sean personas con éxito.
Ahora te toca a ti ¿Cuáles son tus pasiones y fortaleza? ¿Cómo puedes ponerlas al servicio de tus alumnos?
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