La sociedad avanza a pasos agigantados de la mano de la revolución tecnológica y científica. A continuación, te cuento cómo la mentalidad del educador del siglo XXI debe estar enfocada en dejar atrás el papel del alumno como receptor pasivo de conocimiento, para convertirlo en protagonista activo del proceso educativo.
En el nuevo panorama social y laboral mundial, el educador resulta una de las piezas clave con el fin de ayudar a que los niños de hoy sean unos adultos preparados para afrontar los retos que el milenio les va a deparar y superar los límites con creatividad y proactividad.
La innovación educativa como herramienta
A lo largo de la Historia, el proceso educativo ha pasado de ser un proceso unilateral de intercambio de conocimientos a explotar la capacidad del alumno para formar parte de forma activa como agente educativo en su propio proceso de formación.
En su nuevo papel del educador del siglo XXI, el profesor debe no solo poner a disposición del alumno el conocimiento y la cultura que debe adquirir mientras dure su etapa formativa, sino también proporcionarle las herramientas para que pueda asimilar ese conocimiento, desarrolle todas sus capacidades y configure sus propias herramientas. Estas ayudarán no solo en sus años de estudiante, sino también durante el resto de su vida.
Se ha pasado de un modelo educativo autoritario, adoctrinador y, muchas veces, excluyente a un sistema inclusivo, que transmite valores positivos y comunitarios y potencia las capacidades de cada alumno.
La sociedad actual, inmersa en un proceso cada vez más extendido de globalización, exige que los jóvenes que acaban su formación y entran a formar parte del mercado laboral y de una comunidad adulta y participativa tengan determinadas cualidades que les permitan integrarse de forma positiva y activa y ser unos elementos valiosos para la sociedad.
Nuevas aptitudes
La adquisición de conocimientos no es la única meta a la que aspira el proceso educativo actual. Igual de importante es brindar un conjunto de conocimientos como dotar al alumno de una capacidad crítica, analítica y capaz de llegar más allá de las cuestiones planteadas.
En la era de Internet, la información está al alcance, más que nunca, de todos nosotros. Sin embargo, son muchas las personas que no disponen de un criterio que les ayude a discernir la información y el conocimiento de calidad y tampoco han adquirido un sistema de búsqueda, análisis y procesamiento de la información de forma adecuada.
Lo que se espera de las nuevas generaciones es que sean capaces de trabajar en un nuevo marco global, mucho más virtual que en anteriores etapas. Por tanto, las cualidades a conseguir con ello, a lo largo del tiempo, que debemos estudiar son:
– Valores éticos: en un mundo desigual, plural y en continuo cambio, es importante que las nuevas generaciones cuenten con unos valores morales, como la honestidad, la equidad, la justicia social, la igualdad, la tolerancia, la solidaridad y el compañerismo.
Todos los miembros de una sociedad son valiosos en sí mismos. La exclusión supone perder personas muy capaces, que son relegadas a un segundo plano sin poder explotar sus cualidades ni hacer una aportación real a la sociedad.
Un educador consciente de esa problemática es capaz de generar unas pautas de trabajo que le permitan luchar contra la exclusión, de modo que todos los alumnos sean integrados; y si es necesario, tanto el temario como el método de enseñanza se adapten a las circunstancias personales y particulares de cada uno, para garantizar una igualdad de oportunidades educativas.
– Capacidad para trabajar en equipo: la cooperación entre iguales, compañeros de estudios o trabajo, es fundamental para el éxito de cualquier empresa. Un reparto equitativo del trabajo, el apoyo mutuo entre compañeros, la capacidad de organización, la responsabilidad para llevar a cabo las tareas encomendadas y el éxito del equipo como propio son las cualidades y capacidades que un educador del nuevo siglo debe inculcar.
– Idiomas y conocimientos del mundo: hoy en día, el intercambio cultural está más presente que nunca. Los mercados internacionales se abren a nuevos países y productos a diario. Conocer el mundo en el que vivimos y los idiomas más importantes hablados en el globo es una de las principales herramientas con las que cuenta el joven a la hora de integrarse en nuestra sociedad.
– Creatividad, proactividad y capacidad de adaptación al cambio: estas tres características permitirán al alumno adaptarse a nuevos puestos de trabajo y nuevas exigencias educativas y afrontar los retos con mucha mayor predisposición y una clara ventaja sobre los alumnos que no dispongan de ellas.
Serán muchas las veces en las que la creatividad será la mejor arma en la resolución de problemas, una cualidad que me permite encontrar soluciones inteligentes a problemas cotidianos.
Es fundamental que, como profesor, estimules esta cualidad, despiertes a los alumnos y les ayudes a expandir su mente y encontrar respuestas propias a las preguntas formuladas, en lugar de limitarme a buscar mecánicamente la respuesta convencional.
– Competencias de liderazgo: es importante que una persona adquiera competencias propias de un rol de liderazgo. Un buen educador sabe que liderar un equipo no consiste en dar órdenes y esperar que otra persona las cumpla.
Un verdadero líder sabe distinguir las necesidades, gestionar los recursos y delegar funciones de forma eficaz. Sabe ver el potencial de cada miembro de su equipo y potenciarlo, de modo que pueda dar mucho más de sí mismo.
Nuevas escuelas y nuevos modelos en el marco de la innovación educativa
Son muchos los países que hoy en día apuestan por la innovación en educación y están disfrutando de los resultados. En un país en el que se invierte en una educación pensada en el futuro y que prepara a sus jóvenes para afrontar los retos que la era tecnológica puede ofrecer, la sociedad avanza de la mano del desarrollo global, adaptándose a los cambios y sabiendo aprovechar esta circunstancia en su propio beneficio.
La mentalidad del educador del siglo XXI, en este momento, debe estar enfocada a seguir los propios modelos de enseñanza que se adapten a sus alumnos, proporcionándoles las herramientas para crear unos adultos capaces de moverse e integrarse en un mundo globalizado y en continuo cambio y llegando, incluso, a plantear nuevos retos a la sociedad.
Buenas noches, interesante el articulo sobre la mentalidad del docente de la actualidad, quisiera saber en que año fue publicado para tomarlo como referencia para un ensayo que debo hacer sobre este tema.