La escuela del futuro reconoce que el futuro siempre va a formar parte de lo desconocido, pero que, al aprender a enfrentarnos a él, a vivir con él y a emocionarnos ante la perspectiva de que llegue, podremos proporcionar a nuestros hijos la educación que se merecen y que van a necesitar Richard Gerver.
Si pienso en como tiene que ser la educación optima, esa que prepare a los jóvenes para enfrentarse a los acontecimientos que nos depara este siglo. Lo que me viene a la cabeza es el ejemplo que comparte Richard Gerver sobre su proyecto para la escuela primaria Grange.
En su libro Crear hoy la escuela de mañana comparte los cuatro pilares en los que se basa el “método Grange” y creo que es un gran punto de partida sobre el que modelar.
Los cuatro pilares para la educación del siglo XXI son los siguientes:
- Aprender a aprender y a vivir.
- Desarrollar habilidades y competencias.
- Generar aspiraciones y valores.
- Aprendizaje aplicado a contextos.
Quiero que reflexiones conmigo sobre cada uno de estos pilares y que veas las posibilidades que aporta llevarlos a tu aula y a tus formaciones.
Aprender a aprender y a aprender a vivir.
La parte esencial del sistema se tiene que centrar en la reflexión sobre cómo se aprende y cómo vivimos.
Tu objetivo como educador es preparar a tus alumnos para que sean su mejor versión, que crezcan y se desarrollen, para ello tus alumnos deben conocer sus mejores condiciones para aprender. Cada uno de tus alumnos aprende de una manera diferente. Por ejemplo un alumno se puede concentrar mejor con música, o puede necesitar dibujar para organizar sus ideas etc.
Tu labor en este caso tiene que ser invitarles a que descubran como son más efectivos. Por ello, cobran gran importancia tus conocimientos sobre neurociencia, ya que es vital que tus alumnos aprendan cómo funciona el cerebro y cómo el entorno influye en su aprendizaje.
En este pilar los hábitos de la mente de aprender continuamente y gestionar la impulsividad son elementales.
Para ayudar a tus alumnos a que evolucionen tienes que apoyarles para que desarrollen el sentido de quiénes son y cómo encajan en una comunidad más amplia. Por esta razón la base de la experiencia educativa tiene que girar en torno a aprender a aprender y aprender a vivir.
Desarrollar habilidades y competencias.
Este pilar te propone que el desafío de la educación, no es solo centrarse en crear oportunidades de aprendizaje sobre los contenidos, también es necesario crear experiencias de aprendizaje que sirvan para la construcción y desarrollo de destrezas, que se tengan que aplicar de formas interesantes. Siendo estas habilidades relacionadas con la vida actual y con el futuro.
Generar aspiraciones y valores.
Este pilar es el gran ausente en la educación tal y como tú y yo la hemos conocido. El sistema que conocemos se centra en la evaluación de uno contenidos encorsetados dentro de unas asignaturas.
La educación no debe seguir fallando en la identificación de los intereses y las aptitudes individuales y únicas de cada alumno. Cada alumno posee un talento pero en la mayoría de los casos no se descubre, es nuestra misión como educadores crear esas oportunidades para que los alumnos identifiquen sus dones.
Una estrategia para desarrollar los talentos es la Genius hour.
Si queremos crecer como sociedad necesitamos que cada persona se dedique a aquello en lo que aporta mayor valor y le apasiona.
Como dice Richard Gerver:
Como piezas de un puzle, cada uno es igualmente importante para el cuadro en general. Cuando te sientas a hacer un puzle con las piezas y la caja, no tiras algunas porque no te parecen interesantes; después de todo una pieza que por sí sola parece un borrón rosado en realidad podría resultar que es la enigmática sonrisa de Mona Lisa
No promover el autodescubrimiento en nuestros alumnos, puede generar adultos frustrados, que viven vidas apáticas y hace que el interés de aprender a aprender desaparezca, ya que no tiene ningún sentido aprender si no es por aquello que uno ama y le apasiona.
Aprendizaje aplicado a contextos.
Lo que se enseña tiene que importar a quien aprende, tiene que ser relevante y estar situado en un contexto de interés para el alumno.
El sentido del aprendizaje puede considerarse “egoísta”, aprendemos a andar para poder desplazarnos independientemente, al igual que aprendemos a conducir por una razón parecida. La pregunta que nos planteamos cuando aprendemos algo es ¿Qué hago yo con esto?
Por ello si generas contextos en los que tiene sentido que tu alumno utilice los conocimientos, le aportas relevancia.
Desde pequeños aprendemos mediante el juego, la imitación y el juego de rol, de manera natural adquirimos habilidades y conocimientos como por ejemplo el lenguaje.
Los grandes aprendizajes de la vida como aprender a andar o aprender a hablar, no tienen nada que ver con la escuela, cada uno de nosotros nace con una capacidad de aprender supersónica si el contexto no pone ningún obstáculo, pero entramos en la escuela que se centra en evitar el error (En este artículo los beneficios que puede aportar el error) y aprobar exámenes…
En educación no aprendemos de cómo se producen los primeros aprendizajes. Por ejemplo los primeros pasos, ese momento mágico cuando un niño aprende a andar, el niño ve el reconocimiento de los que le rodean y él mismo experimenta el placer de dominar algo nuevo que va a hacer mejor su mundo. Ahora se puede desplazar sin ayuda.
Si quieres crear una educación del siglo XXI tienes que envolver el aprendizaje en contextos que permitan que tus alumnos se alegren y celebren las habilidades y conocimientos adquiridos.
Además cada vez que muestres nuevos contenidos tienes que poder presentar a tus alumnos los beneficios que le aportan esos conocimientos a ellos y al mundo. Recuerda nuestro aprendizaje es egoísta.
El aprendizaje es una capacidad básica, el buen aprendizaje se hace de modo intuitivo e inconsciente. En el mundo del coaching para convertirse en una mejor versión recomiendan el modelado.
Modelar es un proceso de aprendizaje que consiste en replicar acciones y comportamientos exitosos de otros.
Te invito a modelar el “método Grange” que cuenta Richard Gerver en su libro: Crear hoy la escuela de mañana.
Y cuál es tu opinión ¿Qué te parecen estos pilares?
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