El arte de hacerse preguntas es una habilidad muy común, popularizada en tiempos de Sócrates. En el mundo educativo la tendencia siempre ha sido, por parte de profesores dar las respuestas a las preguntas que previamente ellos han marcado. Pero estamos en un momento de cambio y ahora la tendencia es a la inversa.
Mover la curiosidad de tus alumnos invitándoles a que se planteen preguntas es la mejor forma de fomentar su creatividad. Si se plantean preguntas diferentes obtendrán respuestas diferentes y ese es el principio de la innovación.
Hoy te planteo cuales son las preguntas que se tiene que plantear la educación y me viene a la cabeza la teoría de “circulo de oro” que Simon Sinek expone en su charla TED. (Si no has visto aquí la tienes)
Sinek expone las preguntas que responden los líderes que inspiran al contar sus propósitos o productos. Ejemplos como Apple, Martin Luther King, y los hermanos Wright son los que han servido a este autor a crear este sistema de inspiración.
El sistema de inspiración se compone de tres círculos concéntricos donde en cada circulo se responde una pregunta. El orden que propone para la inspiración es el siguiente:
- ¿Por qué?
- ¿Cómo?
- ¿Qué?
Se empieza definiendo el propósito que se tiene.
Quiero compartir mis respuestas a estas preguntas basándome en la educación y por supuesto te invito a que propongas tus respuestas en los comentarios.
¿Por qué de la educación? Ó mejor dicho el ¿Para qué de la educación?
No es por llevar la contraría pero responder el por qué te lleva a pensar en el pasado y en educación llevamos varios años anclados en un sistema que no se corresponde con las necesidades de la sociedad.
El para qué de la educación es para preparar a los jóvenes con habilidades y una mentalidad que les permita enfrentarse a los retos que propone un futuro.
La consigna saca buenas notas, haz una carrera universitaria y dedícate a un trabajo que te proporcione un nivel de vida aceptable hasta la hora de la jubilación.
Esto son consejos del pasado. El mundo globalizado ha cambiado este sueño educativo.
Daniel Pink en su libro “A Whole New Mind” explica las tres causas que hacen que lo que funcionaba en el pasado deje de tener sentido.
La abundancia es una de las causas, la cantidad de productos que nos rodean es desbordante, lo que hace complicado diferenciarse entre la multitud.
Otra de las causas que indica el autor es Asia donde dice que el fenómeno de la deslocalización hace que la gran cantidad de trabajo relacionado con el conocimiento, se traslade a estos países. Como dato indica que cada año las universidades indias producen alrededor de 350.000 graduados en ingeniería.
Con un sueldo menor, cosa que no comparto para nada, pero que hace que las empresas obtén por la deslocalización.
La última de las causas es la automatización, todos los trabajos que estén basados en rutinas que puedan ser reducidos a una serie de pasos, que pueden ser repetidos, están en peligro.
Para que el “para qué” de la educación tenga sentido y poder sobreponerse a estas causas los trabajadores del futuro deben destacar en lo que Pink ha denominado los 6 sentidos:
- Sentido del diseño: Capacidad de crear algo hermoso, caprichoso o emocionalmente atractivo.
- Sentido de narración: La capacidad de elaborar historias convincentes que ofrezcan un argumento efectivo que sobreponga el exceso de información.
- Sentido de sinfonía: Capacidad de trasgredir límites y combinar diferentes elementos o idas en una nueva totalidad.
- Sentido de empatía: Capacidad de comprender lo que mueve a los semejantes, de establecer relaciones y de cuidar de los demás.
- Sentido de juego: (Recuerdo que estoy citando la opinión de Daniel Pink, aunque que seguro que alguno piensa que ya estoy colando una franja publicitaria de la gamificación y el juego, pero es cosa del autor). La capacidad de la risa, la despreocupación, los juegos y el humor. Los señala por sus beneficios para la salud.
- Sentido de propósito: La capacidad de propósito, de enfocarse en alcanzar un sentido en la vida, buscar el motor motivacional. Enfocarnos en la pasión, hace que sintamos que desarrollamos lo que hemos venido a hacer a este mundo. El autor propone que es la única forma de enfrentarse a la abundancia material.
Por supuesto esta es una forma de ver el propósito de la educación, lo que comparto con el autor es que si consigues que tus alumnos tengan en cuenta que la forma de diferenciarse es haciendo las cosas diferentes. Pero no solo diferentes sino mejores.
La única forma de hacerlo es haciendo aquello que nos apasiona. Si consigues que tus alumnos se enfoquen en aquello que les apasiona, la creatividad será el siguiente paso, podrán crear servicios o productos que aporten valor a la sociedad y como es algo que les “mueve” serán capaces de transmitirlo con ilusión e inspiración.
Esta forma de ver el futuro no esta ligada a crear tu propio empleo, esta en tener una actitud emprendedora aunque sea dentro de una empresa.
El cómo de la educación
Si quieres que tus alumnos desarrollen una forma de interpretar el mundo real, tienen que actuar, la manera de llegar a estos sentidos es por medio de la creación de experiencias de aprendizaje, tienes que proponer actividades que tengan que ver con la vida real, donde tus alumnos solucionen problemas, tengan que crear, empatizar con otros compañeros y poner su pasión al servicio de los demás.
Perder el miedo al fracaso y empezar a reconocerlo como parte del aprendizaje, es la base de la creación de la mentalidad de crecimiento.
Hacer a tus alumnos protagonistas del proceso de aprendizaje es el medio que permite que se produzca.
El qué de la educación.
Esta parte se correspondería con lo tangible, lo que se tiene que enseñar, aquí es donde tienes que “camuflar” tus contenidos, es lo que exige la ley…
Pero lo que quiero proponerte es que el punto central sea desarrollar los sentidos que propone Daniel Pink. Aunque para verlo de una manera más sencilla te invito a aplicar las habilidades del siglo XXI que ya he explicado en artículos anteriores.
Para mi ese es el qué de la educación. Usar los contenidos de la asignatura pero como complemento a las habilidades del siglo XXI.
Mi conclusión es que el cambio en la educación viene de buscar nuevas respuesta a las preguntas que siempre te has planteado, pero sobre todo de definir nuevas preguntas que te lleven a buscar nuevas soluciones.
Estamos pasando de un mundo donde el conocimiento marcaba la diferencia (Tener una carrera, un master…) a otro mundo donde lo que destaca es el talento.
Ayudar a nuestros alumnos a encontrar su pasión, acompañarlos en su desarrollo a través de una mentalidad de crecimiento (pasión, esfuerzo y práctica) es la fórmula de adaptarse al nuevo paradigma laboral.
Para terminar ¿Qué te parecen estas preguntas?
¿Por qué te gustaría ser alumno de tus propias clases? ¿Qué aprendizajes te gustaría que recordarán tus alumnos en el futuro? ¿Por qué lo que estás enseñando es de utilidad para la vida real?
Faltan muchas preguntas y por supuesto muchas respuestas pero este el principio.
¿Cuales son las preguntas que tú plantearías y que respuesta aplicarías? Cuéntame en los comentarios.
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