El mundo ha cambiado, eso lo sabemos y lo escuchamos con frecuencia (yo lo escribo constantemente en mis post). Pero te planteo, ¿Ha cambiado la educación al ritmo que ha cambiado el mundo?
La respuesta la tengo clara, si un maestro del pasado viajase en el tiempo a un aula de la actualidad, podría dar su clase con normalidad, lo peor de todo es que los alumnos solo lo descubrirían, cuando se pusiese a escribir con tiza en la pizarra digital.
Ahora piensa la misma situación con un médico, pasa de un hospital de 1950 a uno de la actualidad, estaría perdido ¿verdad?.
Por ello creo que la educación tiene que ponerse las pilas y también creo que el cambio vendrá desde las aulas, donde cada maestro tome las riendas del cambio.
Creo que necesitamos una nueva generación de maestros, necesitamos maestros revolucionarios.
¿Eres uno de ellos?
¿Qué es un educador revolucionario?
Un educador revolucionario…
Es aquel que le apasiona el mundo del aprendizaje, es aquel cuya pasión por lo que hace, elimina toda la niebla de la pasividad, el desinterés y la apatía que rodea a esta profesión.
Conecta sus pasiones con los contenidos, esto le permite transmitir los contenidos generando emociones positivas en los alumnos. Sabe que él es principal modelo y actúa como ejemplo mostrando mentalidad de crecimiento e interés por el aprendizaje.
Se plantea constantemente que es lo mejor para sus alumnos, crea conexión, empatiza con cada uno de ellos, poniéndose en su lugar y pensando si le gustaría ser alumno de sus propias clases.
Reconoce que en la educación hay obstáculos que dificultan nuestra profesión, pero solo pone foco en aquellos que tiene a su alcance cambiar, no dedica energía a nada que no tenga la posibilidad de cambiar directamente.
Conoce cuales son sus fortalezas y las utiliza para mejorar cada día, creando una forma de entregar los contenidos que marcan la diferencia.
Empodera a cada alumno para que alcance su mejor versión, crea un clima en el aula de respeto que permite a los alumnos cometer errores y aprender de ellos, de esta manera avanzan y son más creativos.
Es consciente de las necesidades que plantea la sociedad actual, por ello prepara a los alumnos para que sean flexibles y se puedan adaptar a los cambios. Los prepara para que tengan éxito.
Asume riesgos, prueba nuevas actividades y metodologías. Después reflexiona sobre su efectividad.
Contacta con otros maestros para conocer su trabajo y aprovechar sus ideas para inspirarse, pero las adapta a su forma de ser y a la realidad de sus alumnos y entorno.
Comparte sus avances y descubrimientos para inspirar a otros compañeros, de esta manera puede reflexionar sobre su trabajo y recibir feedback que le permita mejorar.
Si piensas como yo cumplirás algunas de estas cualidades o por lo menos te gustaría cumplirlas, por otro lado quiero dejar una serie de cualidades que no comparten los maestros revolucionarios
Un educador revolucionario…
No cree que la letra con sangre entra y que con presión los alumnos pueden conseguir mejores resultados.
No se dedica a quejarse todo el rato de todo lo que rodea a esta profesión.
No quiere aprender nuevas aplicaciones y metodologías para no aplicar después en el aula.
No se enfoca en la evaluación por encima del aprendizaje.
No ve al alumno como una serie de habilidades e inteligencia que es innata y que por lo tanto no se puede desarrollar (mentalidad fija).
Estás últimas cualidades han definido durante mucho tiempo a algunos maestros, de forma consciente o inconsciente han mantenido estás características, pero el cambio ha llegado y la revolución ya está en marcha, para ello quiero compartirte los 3 grandes objetivos de un maestro revolucionario.
Los 3 objetivos del educador revolucionario
Quiero empezar hablando de la atención, uno de los dispositivos básicos del aprendizaje y que para muchos maestros, la falta de esta es la causa del fracaso en la escuela.
La atención no forma parte de los objetivos que voy a explicarte, pero se consigue a través de ellos.
Lo que quiero transmitirte es que debemos romper la creencia, de que nuestros alumnos deben prestarnos atención, la atención no se presta, la atención se capta.
El proceso de atención voluntario, consume una gran cantidad de energía, por ello para que nuestros alumnos puedan mantener la atención, tienen que tener una alta energía, producida por la motivación.
Otros factores que influyen es el buen clima que exista en el aula, las emociones positivas con respecto al aprendizaje, que los intereses del alumnos estén relacionados con lo que se aprende, etc.
El maestro revolucionario conoce su responsabilidad en captar la atención de los alumnos y genera propuestas de aprendizaje para favorecerla.
Cumplir los siguientes tres objetivos te permitirá captar la atención de los alumnos y prepararlos para que tengan éxito en este mundo en constante cambio.
1º Objetivo: Implicar.
Cada maestro es diferente, tiene un tipo de personalidad, unas experiencias y vivencias diversas y eso puede ser aprovechado para transmitir los contenidos.
Los maestros tenemos un deber bien establecido, tenemos un currículo que indica aquello que tenemos que enseñar, pero lo nadie nos impone y también donde podemos marcar la diferencia es en la forma de entregar esos contenidos.
Puedes generar clases que sean memorables para los alumnos, clases en las que tus compañeros puedan ver desde fuera del aula la pasión con la que estás transmitiendo.
Pero de esto no se habla en la carrera de magisterio, nadie nos habla de la importancia de crear emociones positivas en nuestro aula y que los alumnos relacionen esas emociones positivas con el contenido.
Cuando empiezas a reflexionar sobre como puedes entregar los contenidos de manera diferente, de forma que puedas transmitir pasión por cada uno de los poros de tu piel, empezarás a crear tu marca creativa educativa.
Esto te permitirá inspirar a los alumnos, generar implicación con el aprendizaje, conectar sus intereses. Y esto a su vez te ayudará a conocerlos más y tener más ideas para crear clases memorables.
2º Objetivo: Entrenar para el éxito.
En general entramos a esta profesión porque tenemos una gran vocación, queremos ayudar a los jóvenes, queremos enseñarles y ayudarles a que mejoren.
Pero entramos en el colegio y empezamos a encontrar obstáculos:
– Alumnos que vienen a clase desmotivados.
– Compañeros de claustro que siempre encuentra una razón para eliminar la ilusión de una nueva idea.
– Padres que parecen no preocuparse por sus hijos.
– Clases con un número de alumnos excesivo.
– Etc.
Seguramente podemos rellenar varias líneas más, pero lo quiero es que cambies el foco, que lo pongas en otra dirección, en aquello que si puedes cambiar.
Cumpliendo el objetivo anterior empiezas a conectar con los alumnos y los inspiras con tu actitud, ahora es el momento de prepararlos para este mundo en constante cambio.
Lo que necesitas es preparar a aprendices ágiles, que tus alumnos sean capaces ser flexibles y adaptarse a los cambios.
No sabemos lo que el futuro nos deparará pero esta claro que los problemas a los que se enfrentarán serán diferentes a los que tenemos en la actualidad.
Sabemos que las tecnologías evolucionan de manera exponencial y que por ello el cambio es la norma. Tus alumnos necesitan estar preparados. Tienen que ser aprendices ágiles.
Para ser aprendices ágiles necesitan:
– Tener una mentalidad de crecimiento.
– Tener hábitos que caracterizan a las personas de éxito (Ver artículo de los hábitos de la mente)
– Conocer la práctica deliberada, la manera de actuar para adquirir cualquier habilidad o conocimiento.
3º Objetivo: Impulsar los talentos y pasiones de nuestros alumnos.
Nuestros alumnos se enfrentan a un mundo globalizado, donde con conexión a internet se puede trabajar desde cualquier lugar.
Un puesto de trabajo será competido por miles de personas, por lo tanto, el mundo será muy diferente a lo que hemos conocido anteriormente.
En la actualidad ya podemos ver cómo las personas que están poniendo pasión y aprovechando sus talentos están encontrando o creando su puesto de trabajo.
Los empleos del futuro requerirán un componente creativo que necesitará de pasión. Nuestros alumnos tendrán que conocer aquello que los hace diferentes (talentos y habilidad), desarrollarlo y utilizarlo para solucionar problemas.
En nuestras aulas tenemos que ayudar a que los alumnos empiecen a preguntarse sobre sus pasiones y que entiendan como pueden aprovecharlas para ayudar a otras personas.
Las empresas como Google buscan como componente principal en sus empleados, que tengan pasión por lo que hacen. Además, permiten a sus empleados dedicar una pequeña proporción de su jornada laboral, para trabajar en proyectos que les apasionen.
Genius hour ha nacido de una imitación de esos proyectos personales en las empresas y realizarlos en las aulas.
El objetivo de Genius Hour es permitir que los alumnos trabajen de manera individual sobre aquello que les apasiona.
Puedes empezar a disparar la motivación de tus alumnos por el aprendizaje, permitiendo que tus alumnos relacionen los contenidos con aquello que les apasiona.
Permíteles que descubran sus talentos y que puedan trabajar de forma autónoma para conseguir un objetivo. Eso mismo será lo que tendrán que hacer en un futuro laboral.
Si quieres ser un maestro revolucionario tienes que romper con muchas creencias sobre la educación, con las que has sido educado.
Pero si empiezas este camino, descubrirás que empiezas a conectar con tu vocación inicial, comienzas a ver coherencia entre lo que enseñas y las necesidades del mundo actual.
Pero sobre todo disfrutas de tu día a día al transmitir pasión por lo que enseñas y mejorar la relación con tus alumnos.
que importante articulo que bueno para los docentes gracias por facilitar este sitio web para que los maestros podamos seguir preparandonois.
Muchas gracias Nelly, me alegra conocer que son de ayuda estos artículos. Un saludo
Muy interesante, me impulsa a cambiar de chip con resepcto a la enseñanza y a generar aprendizajes significativos en mis estudiantes y sobretodo prepararlos para un mundo cambiante, en donde ellos puedan actuar en cualquer escenario. Pero más que prepararlos dotarlos de estrategias y herramientas que le permitan ser capaces de generar sus propios aprendizajes, lo que se traduce en “EMPODERARLOS”
Hola, es muy interesante lo que compartes! Quiero entrar al link Genius Hour de la nota pero no funciona.
Ese proyecto lo llevabas a cabo con niños de escuela primaria? Qué edades?
Muchas gracias!
Saludos cordiales desde Argentina
Hola Ana!!
Esa propuesta la he realizado con alumnos desde 1º de primaria a 2º de la E.S.O. seguro que para mayores funciona. Con los cursos más bajos de primaria hay que acompañar un poco más al principio pero funcionan genial.