
En la últimas semanas he probado un juego sencillo en las formaciones que he participado, el juego se basa en una prueba que realizó la psicóloga Elizabeth Newton.
Para ello selecciono a tres o cuatro voluntarios y les indico una canción que tienen que reproducir.
La única dificultad es que sólo pueden reproducir la canción dando golpes en la mesa, no vale tararear.
El resto de participantes tendrá que adivinar la canción.
La canción es interpretada con la mejor de las intenciones por cada uno de los voluntarios y al ser varios los que interpretan la canción, no recae toda la presión en un solo intérprete.
Por muy buena que sea la interpretación, en la mayoría de los casos nadie adivina la canción.
Y te preguntarás a qué viene esta historia…
Pues este es un ejemplo del mayor enemigo del educador, lo que los hermanos Heath en su libro “Ideas que pegan” denominan la maldición del conocimiento.
La maldición del conocimiento
Estos autores indican que cuando sabemos algo, nos cuesta ponernos en el lugar de aquellos que no tienen nuestro conocimiento.
Por ello, en la prueba de los golpes para interpretar la canción, aquellos voluntarios que tocaban la canción (las canciones eran sencillas como “La macarena”), mientras golpean tienen en su mente resonando la canción.
Para los intérpretes todo tiene mucho sentido, pero los oyentes sólo perciben unas serie de golpes.
Esto es lo que nos puede ocurrir a todos los educadores, el conocimiento nos ha maldecido y nos puede dificultar a la hora de compartir lo que sabemos a los demás, ya que nos cuesta ponernos en el estado mental de nuestros oyentes.
El proceso de transmitir conocimientos.
Para comunicar cualquier contenido necesariamente necesitamos pasar por dos fases:
1º) Búsqueda de la respuesta: En esta fase lo que se busca es adquirir los conocimientos sobre la idea que se quiere comunicar. Por lo tanto antes de transmitir cualquier conocimiento tenemos que estudiar para ser capaces de dar una respuesta.
2º) Comunicar: Esta fase depende de la anterior, y a la vez puede verse perjudicada. En muchos casos cuando queremos comunicar algo tendemos a tratar a los oyentes como si fuéramos nosotros mismos y en la gran mayoría de los casos no tienen el mismo contexto que nosotros (no les resuena en la cabeza la canción)
Los hermanos Heath proponen que hay dos soluciones a esta maldición del conocimiento:
La primera es no aprender nada nuevo, si eres educador, espero que no elijas esta opción.
La segunda es transformar la forma de transmitir nuestras ideas y para ello te proponen conseguir cinco elementos.
5 elementos para conseguir que nuestra ideas lleguen a los alumnos.
1º Conseguir que presten atención.
2º Conseguir que la idea sea recordada y comprendida.
3º Conseguir credibilidad.
4º Conseguir que la idea importe.
5º Conseguir que el alumno sea capaz de actuar.
1º Conseguir que presten atención
En el blog ya he comentado con frecuencia que la atención no se presta, la atención se capta.
Así que, cada vez que queremos transmitir un nuevo contenido, es importante conseguir la atención de la audiencia. La forma más sencilla de conseguir la atención es romper con una rutina, ofrecer algo inusual, algo inesperado.
Nuestro cerebro está preparado para la supervivencia, por lo tanto siempre estará atento a los cosas diferentes.
Te invito a que puedas crear tus propios disparadores de la atención. Recuerda que los disparadores de la atención son el elemento multiplicador de la fórmula de la implicación.
2º Conseguir que la idea sea recordada y comprendida.
Cuando queremos comunicar cualquier nuevo contenido tenemos que hacer que los conocimientos sean lo más concretos posibles, ya que todas las ideas concretas son fáciles de recordar.
No es lo mismo explicar a nuestros alumnos conceptos como la suma de una manera abstracta, explicando el algoritmo, que que los propios alumnos lo pueden ver de una manera concreta.
Hay dos compañeros en la sala y de repente entran tres más…
¿lo ves? no es lo mismo aprender conceptos de contabilidad de una manera abstracta que realizar un proyecto donde los alumnos tienen que gestionar una empresa.
3º Conseguir credibilidad.
En nuestras aulas la tendencia es explicar la cosas y asumir que los alumnos creen lo que les contamos simplemente basándonos en nuestra “autoridad”.
Pero la realidad es que si queremos que nuestras ideas lleguen a nuestros alumnos debemos buscar otras fuentes de credibilidad.
Hay dos tipos de credibilidad sobre los que nos podemos apoyar en nuestra clases.
Por un lado la autoridad externa como, por ejemplo, que algunos alumnos de cursos anteriores puedan contar su propia experiencia.
O la autoridad interna generando propuestas y experiencias del tipo compruébalo tu mismo, en las que los alumnos son los que experimentan y llegan a sus propias conclusiones.
4º Conseguir que la idea importe.
Somos seres emocionales, cuando hablamos de las claves para cambiar el chip de nuestros alumnos, explicamos el poder del sistema emocional. Este nos aporta motivación y determinación.
En el caso del diseño de experiencias de aprendizaje, es importante generar una identidad en los alumnos. Por ejemplo: en la clase de los héroes tienen que aprender y actuar como aquellos héroes que han conseguido hacer más felices a las personas que les rodean.
En estos casos, para conseguir que a los alumnos les interese lo que compartimos, tenemos que conseguir que nuestras ideas se asocien a cosas que ya les importan, apoyarnos en sus intereses personales y también en aquellas personas a las que les gustaría parecerse en un futuro.
5º Conseguir que nuestros alumnos sean capaces de actuar.
Conseguir que actúen los alumnos proviene del punto anterior, si conseguimos generar una emoción hacia aquello que les contamos, les generará interés y los moverá a actuar.
Otra forma de conseguir que los alumnos actúen es a través del uso de historias, los seres humanos hemos evolucionado gracias a la transmisión de historias.
En este caso, una buena historia funciona a modo de simulador de vuelo mental en tus alumnos y los prepara para poder responder y actuar en situaciones similares.
Conseguir vencer a este gran enemigo facilita generar memorabilidad de nuestros contenidos. Estrategias como la gamificación, el aprendizaje basado en proyectos, el flipped classroom y cualquiera de las metodologías activas permiten conseguir estos cinco elementos.
Excelente artículo. Me he preguntado porqué no entienden si es tan fácil. Ya me dí cuenta que es fácil para mí y no para ellos. Debo escucharlos y motivarlos más.