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¿Puedes conseguir que todos tus alumnos mejoren?
Esta es una cuestión que necesita analizarse en profundidad. Llevo muchos meses estudiando con interés todo lo relacionado con la mentalidad.
Y, si sigues con frecuencia este blog, encontrarás que hablo mucho de la necesidad desarrollar la mentalidad de crecimiento.
Lo que tienes que comprender es que según la forma en la que transmites a tus alumnos, los podrás orientar hacia una mentalidad de crecimiento o hacia una mentalidad fija.
Esto, en muchos casos, lo estás haciendo de manera inconsciente y las consecuencias de orientar a tus alumnos hacia una mentalidad fija son muy negativos para su aprendizaje (y para tu gestión del grupo también).
Orientar a los alumnos hacia la mentalidad de crecimiento significa que con cada uno de tus actos transmites que la inteligencia, el talento y las habilidades se pueden desarrollar.
Teniendo en mente este objetivo, esta semana en el Podcast Revolución Educativa te hablo de las cuatro reglas que te ayudan a desarrollar los talentos de tus alumnos.
Te dejo con el capítulo del podcast de esta semana aquí:
En este artículo encontrarás:
La investigación de la neurociencia, sobre la plasticidad del cerebro y la comprensión moderna de la inteligencia, reafirma la mentalidad de crecimiento.
A partir de estas propuestas James Anderson, en su libro “The Agile Learner”, establece las siguientes cuatro reglas que debemos tener en cuenta para el desarrollo del talento de nuestros alumnos:
- Se tiene la posibilidad de elegir.
- Tienes que practicar.
- Necesita esfuerzo.
- El crecimiento es ilimitado.
Hacer a los alumnos entender esto los prepara para recorrer el camino que les ayudará a desarrollar sus habilidades y talentos.
1º Regla: Se tiene la posibilidad de elegir.
La capacidad de elegir es la base de la mentalidad de crecimiento.
La creencia central de la mentalidad de crecimiento es que se puede desarrollar la inteligencia, los talentos y las habilidades.
Esto permite poder elegir si quieres comenzar a ser el tipo de persona en el que te quieres convertir y dirigir la vida que quieres.
Hay evidencias que demuestran que podemos cambiar de manera significativa y en eso se fundamenta esta regla.
Esta regla nos entrega libertad, podemos ser aquellos que queremos ser, no estamos bloqueados.
¿Qué dice la mentalidad fija sobre la regla de la elección?
La mentalidad fija nos hace creer en las categorías, es decir, en que nuestra inteligencia, nuestros talentos y habilidades están marcados desde el nacimiento y esto nos encasilla.
Pensamos que se pueden dedicar a la música aquellas personas que tienen un habilidad natural para la música o que hay alumnos de letras y otros de números.
El problema de esta forma de ver el mundo es que no es cierta.
Las habilidades en las que se destaca de pequeños no tienen porque ser significativas en una escala adulta. Para poder destacar en la edad adulta se tiene que trabajar duro para poder desarrollar esas habilidades.
Debemos ayudar a los alumnos a reconocer que sus fortalezas actuales no están destinadas a ser las fortalezas del futuro y que está en sus manos la posibilidad de especializarse en otras áreas, si ellos lo desean.
La historia pasada de las personas de éxito.
Es interesante presentar la historia de algunas personas de éxito, que puedan descubrir que ellos no estaban destinados desde el nacimiento a ser la persona en la que se han convertido.
Esas personas han elegido desarrollar sus habilidades, su inteligencia y sus talentos a través de un proceso de especialización.
Hay una historia pasada de cómo ellos se han convertido en el músico, artista, periodista, actriz, deportista… Que son en la actualidad.
2º Regla: La regla de la práctica.
Esta regla indica que para desarrollar los talentos y habilidades se tiene que practicar.
La mejora significativa sólo se produce a través de la acumulación de muchas horas de práctica.
Y sólo aquellos que practiquen de una manera efectiva durante un gran número de horas desarrollarán grandes habilidades.
Pero no vale cualquier tipo de práctica. La única práctica que suma es aquella que está situada fuera de tu zona de confort.
No es lo mismo hacer cosas nuevas que son fáciles, que hacer cosas nuevas que son difíciles.
Las primeras lo único que hacen es acumular horas, la única forma de conseguir crecimiento es realizando cosas difíciles.
El secreto de la práctica deliberada.
Anders Ericsson, en su libro “Número uno: Secretos para ser el mejor en lo que nos propongamos”, propone que la práctica delibera te permite hacer cosas que no podías hacer antes, esto es lo que hace que se amplíen tus habilidades.
Esto también permite a los alumnos entender que, cuando están ante situaciones que son complejas, se trata del paso previo al crecimiento.
3º Regla: La regla del esfuerzo
Como hemos visto en el gráfico anterior, el esfuerzo realizando prácticas difíciles es lo que dirige al crecimiento.
Por ello, es importante aclarar que el esfuerzo es como un vector, necesita intensidad y dirección.
Por ejemplo: puedo correr en el sitio, aplicando mucha energía, pero no me muevo. O puedo correr aplicando la misma energía en dirección a una meta.
En las dos acciones me estoy esforzando pero la única que es efectiva es la segunda.
Cosas a tener en cuenta sobre el esfuerzo en educación.
El esfuerzo no es el premio de consolación, muchas veces cuando nuestros alumnos no consiguen su propósito los felicitamos por su esfuerzo.
El esfuerzo no es el gracias por participar, el esfuerzo es lo que permite el crecimiento. Lo que pasa que hay esfuerzos sin dirección y sin la intensidad correcta.
Cuando un alumno se esfuerza y no llega al resultado esperado, Ericsson propones 3 elementos:
- Revisar el foco, tener una clara comprensión de lo que se quiere conseguir.
- Recibir feedback, sé capaz de conseguir información que puede ayudar a establecer un plan de acción.
- Arreglarlo, revisar el proceso y modificar las acciones para aprender y crecer.
4º Regla: La regla del crecimiento ilimitado.
Daniel Pink dice que el dominio es una asíntota, no existe nuestro límite.
La idea de que unos alumnos tienen un potencial y que otros tienen otro potencial menor, nos hace romper esta regla.
También es muy común decir cosas como: No todo el mundo es bueno en esto. En este caso estamos enfocándonos en una visión orientada a la mentalidad fija.
La realidad de esta regla es que reconoce que el potencial de cada persona es una variable que depende de las tres reglas anteriores:
- La elección del tipo de persona en la que te quieres convertir.
- El tipo de prácticas deliberadas que desarrollas (pueden ser de manera consciente, inconsciente o accidental).
- La calidad del esfuerzo. Dirección e intensidad.
Está regla se puede confirmar gracias al descubrimiento de la plasticidad del cerebro, lo que indica que el aprendizaje se produce durante toda la vida.
Empezar a tener en cuenta estas reglas en educación abre una puerta para que los alumnos puedan enfocar el aprendizaje de otra manera.
Las reglas del juego han cambiado, la sociedad actual globalizada e hiperconectada, requiere de especialización.
Y la única forma de especializarse, “sin morir en el intento”, es disfrutar de aquello en lo que uno se quiere especializar y conocer las cuatro reglas del talento.
La educación no se debe basar en ayudar a que los alumnos descubran a que se pueden dedicar, sino para que aprendan cómo pueden crear el camino para dedicarse a aquello que desean.
¿Qué opinas de estas cuatro reglas? ¿Crees que puedes transmitirlas en tus clases?
Wow Juan…qué significativo! Me estás haciendo reflexionar mucho… yo siempre he pensado que teníamos que ayudar a los alumnos a ver en qué eran fuertes y orientarles a que se especializaran en eso. Y ahora resulta que no. Afortunadamente creo que suele coincidir aquello en lo que eres bueno con lo que te gusta; de ahí que seas bueno en ello porque practicas mucho porque no te cuesta y/o te motiva, te gusta hacerlo. Pero claro me has abierto los ojos sobre los casos en los que alguien quiera dedicarse aalgo que en un principio no se le da bien. Y en esos casos estas cuatro reglas son importantísimas. También en los otros, pero sobre todo en éstos. Muchas gracias!!!!
Hola Pilar!
Muchas gracias por tus palabras, me alegra que sirva para reflexionar. El cambio de perspectiva es que ellos eligen en lo que quieren ser buenos, para poder tener maestría en cualquier cosa se necesita recorrer un camino de aprendizaje, realizando la práctica adecuada.
Un saludo.
Me resulta difícil aplicar estas reglas en secundaria desde una asignatura de tres horas semanales y con un amplio programa por impartir. Con alumnos diversos, motivados y desmotivados, en un aula numerosa, en la que conviven alumnos muy disrruptores con otros con un comportamiento normalizado. Aulas en las que el simple hecho de mantener el orden resulta complicado.
Hola Esther!
Entiendo tu punto de vista, los alumnos cuando llegan a secundaria, ya llevan unos cuantos años en el sistema educativo, ya han vivido demasiadas experiencias que los orientan hacia la mentalidad de crecimiento. A muchos alumnos se les ha encasillado como los habladores, a otros como los buenos en letras, números, actividad física… Por lo tanto es un trabajo complicado, pero dedicar parte de esas horas a hacerles conscientes de que son ellos los que eligen el tipo de persona en el que se quieren convertir, es empezar a dar pasos hacia la mentalidad de crecimiento y eso poco a poco ayudará a que su comportamiento también pueda cambiar.
Espero que esto te ayude y te animo a probar.
Un saludo.