
Siempre me he planteado: ¿Existirá alguna forma de crear experiencias de aprendizaje que mis alumnos recuerden varios años después?
Creo que la vida está marcada por momentos que giran la balanza y que cambian nuestro rumbo.
Puede ser: conocer a una persona, leer un libro, vivir una situación en la que salimos de nuestra zona de confort…
Estos momentos nos hacen crecer y los recordamos varios años después. Y la cuestión aquí es: ¿Qué hace que una experiencia sea memorable y trascendental?
Crear momentos memorables.
En mi búsqueda de la respuesta a esas preguntas encontré a dos profesores e investigadores, los hermanos Heath, que han identificado los elementos que producen esa memorabilidad en las situaciones.
Además han seleccionado diferentes situaciones que demuestran su descubrimiento. Todo ello lo puedes encontrar desarrollado en su libro: Momentos mágicos.
¿Por qué recordamos ciertas experiencias y olvidamos otras?
En este caso, estos dos profesores universitarios dan respuesta a esta situación.
Y nos demuestran que al rememorar una experiencia ignoramos la mayoría de lo ocurrido y nos centramos en unos momentos concretos.
Al contrario de lo que se podía pensar, por ejemplo, a nivel emocional de una experiencia como puede ser en un parque de atracciones: unas semanas después no tenemos una sensación basada en la media de los momentos percibidos, sino la sensación se corresponde con los momentos pico y la sensación al final.
Un experimento.
A un grupo de personas les proponen realizar tres acciones:
La primera situación consistía en introducir la mano en agua con una temperatura de 13º, durante 60 segundos.
La segunda situación consistía en introducir la mano en agua durante 90 segundos, de los cuales 60 segundos el agua se encontraba a 13º y los 30 segundos restantes se calentaba el agua a 15º.
La tercera situación los participantes podían elegir entre una de las opciones anteriores.
Los participantes no tenían ninguna información sobre la temperatura del agua o el tiempo transcurrido (no había ningún reloj en la sala).
El 69% de los participantes eligió en la tercera acción repetir la segunda acción.
Y esta investigación dio lugar al llamado “olvido de la duración”.
El fenómeno del “olvido de la duración”.
Con el ejemplo anterior los autores muestran cómo nuestra tendencia es olvidar la duración y tendemos mas a valorar los puntos cruciales (el peor y mejor momento) y el final.
A esto los psicólogos lo han denominado “Regla del pico-final”.
Además en los proyectos de mayor duración también tiene importancia el inicio.
En el caso de la educación gran parte de los recuerdos de los alumnos se corresponden con el mes de septiembre.
El vuelo de la experiencia de aprendizaje.
Si queremos crear cursos, formaciones o unidades didácticas que sean memorables tenemos que poner foco en el inicio, el final y en generar momentos pico.
Sería como la metáfora que propone Miguel Ángel Romero de crear un vuelo (despegue – vuelo – aterrizaje).
¿Y si en nuestras programaciones empezáramos a tener en cuenta crear un periodo de despegue, que genere un clima positivo y cree curiosidad por aprender?
¿Y si a lo largo de las sesiones encontrásemos momentos épicos que rompen con el guión establecido?
¿Y si para finalizar terminamos con un momento cumbre, que indica que se ha acabado la aventura, que recompense a los alumnos por su esfuerzo y dedicación?
Los momento que tenemos que tener en cuenta.
En este caso tenemos que cuidar las situaciones pico y las transiciones (principio y final de una propuesta de aprendizaje).
Como ya analicé teniendo en cuenta los momentos memorables que se generan en un escape room, puedes generar memorabilidad teniendo en cuenta los siguientes momentos:
Momentos de elevación
Momentos que se salen de la rutina, aquello que hace sentir a tus alumnos involucrados, maravillados, felices…
Momentos de percepción
Estos momentos aportan revelación y transformación. Son situaciones en las que, de repente, se llega a una verdad. Se genera una situación emocional, que lleva a un descubrimiento.
Momentos de orgullo
Estos momentos con en los que tus alumnos sienten una gran satisfacción por lo realizado, son momentos que resaltan un logro conseguido.
Momentos de conexión
En estos momentos consigues generar una gran unión en el grupo, se siente unidad, afecto, aprobación…
Si en cada curso pones interés en iniciar las primeras sesiones creando una cultura de aula diferente, donde tus alumnos creen una relación de sinergia entre ellos, les despertará la curiosidad y su interés por aprender.
Esto unido a momentos, a lo largo del curso, donde pones a tus alumnos a prueba, los sacas de su zona de confort, para terminar con un final de curso que los emocione y les invite a seguir siendo una mejor versión y les recuerde todo lo que han conseguido… esta es la clave del éxito en el aula, ¿no crees?
Pensar de esta manera te convierte en diseñador de experiencias, te pone en la piel de l@s facilitadores del aprendizajes y pone solución a uno de los problemas que arrastramos en la educación, comprender que no hay aprendizaje, si tus alumnos no quieren aprender.
Deja una respuesta