Cómo transmite el poema “Ítaca” el camino es más importante que el destino.
El destino de un proceso educativo es que los alumnos demuestren unas habilidades y el conocimiento de unos contenidos. Por ello estoy de acuerdo que la idea de este poema puede adaptarse también al mundo educativo.
Tus alumnos pueden demostrar al final de un tema que conocen los contenidos, pero dependiendo de cómo sea el camino, este aprendizaje pueden ser significativo o puede ser de usar y tirar.
El camino que dibujamos los educadores en una unidad didáctica o a lo largo del curso puede ser muy diferente pero en muchos casos sólo utilizamos uno, ya que es el que siempre se ha utilizado.
El camino normalizado es el camino del aprendizaje bulímico, donde los alumnos se pegan un atracón de conocimientos, sin digerir, sin poner en un contexto, ni aplicar y esto trae como consecuencia que después de las vacaciones de verano, parezca que nuestros alumnos han retrocedido dos cursos, ya que no recuerdan prácticamente nada.
La culpa no es suya, el cerebro guarda en la memoria a largo plazo aquello que es importante para la supervivencia y que tiene ligado un componente emocional.
Y está demostrado que con el camino del aprendizaje que se ha normalizado, los alumnos pueden alcanzar el destino, pero a la vuelta del verano lo habrán olvidado.
El camino del aprendizaje que se ha normalizado.
En educación se ha establecido la norma, no escrita, de que: Una formación se basa en una lección que explica el docente, se realizan unas actividades, que pueden ser en forma de fichas de trabajo o en los ejercicios que vienen en el libro y después de repetir este proceso durante unas lecciones se realiza un prueba de evaluación.
El foco de esta forma de organizar la formación está puesto en adquirir el conocimiento de memoria.
Esta forma de estructurar un curso puede hacerse un poco más atractiva, si se utilizan estrategias, como los disparadores de la atención, se usan juegos o se introducen tecnologías.
Pero a la larga la pregunta que se realizan los alumnos cada vez que te propones enseñarles algo (¿Para qué quiero aprender esto?), no se resuelve con este camino.
Y por lo tanto el aprendizajes no se convierte en significativo.
El camino del aprendizaje basado en retos.
Si quieres que tus alumnos tengan otra predisposición al aprendizaje, tienes que resolver con tu propuesta educativa esa famosa pregunta (¿Para qué quiero aprender esto?), de esta manera les presentas un propósito hacia el aprendizaje.
Y la forma de dar una dirección al aprendizaje es planteando un conflicto, que tiene que ser resuelto por los alumnos.
Esta forma de aprendizaje pone énfasis en aprender haciendo (Learning by doing). Tu rol en este caso pasa a ser el de coach (Recuerda este artículo donde tenías que elegir).
Al final de la unidad didáctica tus alumnos tienen que ser capaces de resolver un problema que has planteado al inicio, este inicio lo llamamos exposición y en esta parte de la formación es donde se produce la llamada a la acción.
Y para que tus alumnos puedan resolver ese conflicto, tienes que planificar el recorrido que los prepara para adquirir los contenidos y habilidades necesarias para ello.
En ese camino los alumnos se encuentran otros retos, realizan actividades para el desarrollo de habilidades y también sesiones magistrales (workshop).
La diferencia con el camino normalizado, es que esos contenidos que estas explicas, ahora que hay un conflicto que resolver, son útiles para que tus alumnos resuelvan el gran reto final.
Las fases que se establecen en este camino son: Exposición, llamada a la acción, acciones de crecimiento, resolución final y reflexión. Con esta propuesta pintas una narrativa alrededor de los contenidos y los alumnos se convierten en los protagonistas de esta historia. En este artículo puedes conocer más sobre estas fases.
Este camino lleva a un aprendizaje significativo.
El camino del aprendizaje gamificado o ludificado.
A la propuesta del aprendizaje basado en retos puedes añadirle una capa de gamificación (Ludificación) y de esta manera generar un camino mucho más atractivo.
Recuerda el objetivo de la gamificación es generar motivación intrínseca hacia el aprendizaje, para conseguirlo te puedes apoyar en los 4 grandes motivadores de la teoría de R.A.M.P. (Relación, autonomía, maestría y propósito).
Ahora a esa narrativa que nos mueve a resolver un reto final, la “endulzamos” con elementos y mecánicas extraídas del mundo de los juegos.
Por ello los alumnos en este camino:
- Trabajan en equipos, pertenecen a un clan, tienen un rol, comparten, colaboran… (Relación).
- Toman decisiones, crean cosas, encuentran accesos bloqueados, que tienen que desbloquear, tienen misiones voluntarias, tienen huevos de pascua que buscar, pueden comprar privilegios en un comercio virtual… (Autonomía).
- Son recompensados con puntos de experiencias por sus buenas acciones, reciben medallas, suben de nivel, ganan privilegios, potenciadores y equipamientos… (Maestría).
- Tienen que resolver un conflicto que se relaciona con sus valores… (Propósito)
Este camino lleva tus alumnos a un aprendizaje memorable.
Para iniciarte en estos caminos te invito ir avanzando en los niveles del maestro diseñador de experiencias.
Prueba actividades nuevas, metodologías con las que te sientas cómodo tanto tú, como tus alumnos, pero sobre todo, empieza cualquier formación teniendo en mente: Para qué tienen que aprender esto mis alumnos.
Y recuerda, porque lo dice el currículo, no es una respuesta con la que puedes convencer a tus alumnos.
Muy bueno el artículo, es una manera ideal para motivar a los alumnos y que el aprendizaje no solo se quede en la memoria de corto plazo sino que les sirve para la vida, en el caso por ejemplo de materias complejas que normalmente a los alumnos se les dificulta como por ejemplo las clases de matemáticas, física, química está metodología es muy recomendable. Muchas gracias por compartir.
Muchas gracias por tus palabras, creo que si somos capaces de generar un propósito hacia el aprendizaje en cualquier asignatura, el aprendizaje significativo se generará. Un saludo